Tomado de internet
Autor desconocido
Cambian el color de la camisa para que no se note que tienen la misma filosofía de los facistas camisa negra, seguidores en su momento, de Musolini y de Hitler. Hablan de ser estigmatizados y le llaman vándalos a protestantes con piedras y escudos pero no llaman asesinos a quienes investidos por la ley, uniformados y con armas de fuego, asesinan a nuestros jóvenes. Dicen “no a la violencia” pero salen con armas y camionetas blancas a disparar a los manifestantes en las noches. Para estos camisa blanca, la vida del empobrecido no vale nada, por eso no hablan de los desaparecidos que ya aparecen en los ríos, pero les encanta resaltar los vidrios rotos. Asisten todos los días a misa y se autonombran “gente de bien” pero les importa más la economía y el comercio que la justicia y la vida. Puntuales asistentes a la iglesia, mienten, difaman, repiten injurias que no han confirmado ni tienen como confirmar. Quisieran vestirse de ángeles y envían mensajes de paz y armonía mientras azusan la maldad y el crimen contra quienes con errores o sin ellos luchan por un país mejor.
Camisas blancas, corazones deshumanizados.
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