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miércoles, 6 de julio de 2011

CARMEN FUENTES, ANTONIO MENDOZA Y ANA FABRICIA CORDOBA, TERRORISMO DE ESTADO EN COLOMBIA, LO QUE NUNCA A CAMBIADO

el asesinato de la lider de los desplazados ana fabricia cordoba, de la  dirigente indigena  Carmen Fuentes y del   consejal del Polo DemocraticoAntonio Mendoza Morales en San Onofre ( Sucre) nos recuerdan que en colombia nada a cambiado a mas de un año  del relevo presidencial en el que el uberrimo le entrego el poder a juan manuel santos, sumado a los asesinatos de estos dirigentes la organizacion  Nacional Indigena, denuncio que en solo este año ya suman  veinte dirigentes indigenas asesinados,  ES LA VIOLENCIA POLITICA, QUE SUMADA A LA VIOLENCIA SOCIAL se convierte en el pan nuestro de cada dia para todos los colombianos que leemos en los periodicos la muerte de miles de ciudadanos, unos ultimados por robarle un celular, otros por "cobro de cuentas",o por violencia intrafamiliar o por una bala perdida y los que menos se mencionan en la gran prensa pero  igualmente dolorosos, los luchadores sociales (indigenas, sindicalistas,desplazados, etc) que caen muchas veces incluso ante la indiferencia de muchos a los que defendieron en sus intereses que eran al final los intereses de todo el  pueblo colombiano.
esta es la  reseña periodistica  entorno a la muerte de estos lideres, ojala algun dia todo esto sea solo un mal recuerdo y el pueblo colombiano logre vivir en verdadera paz y no en la paz ficticia  que tanto le prometen quienes son precisamente los responsables de estos crimenes y del desorden social.

A Ana Fabricia Córdoba la persiguió la violencia
Nunca más
http://www.verdadabierta.com/index.php?option=com_content&id=3313
En 2001 llegó a Medellín huyendo del Urabá antioqueño cuando fue asesinado su primer esposo. Hace 11 meses fue asesinado su hijo y sus tres hijos sobrevivientes están amenazados.

"Ya descubrí quiénes son mis enemigos", dijo Ana Fabricia en noviembre del 2010


Los grupos armados ilegales se le atravesaron en el camino a Ana Fabricia Córdoba Cabrera hace ya varios años cuando paramilitares mataron a su primer esposo. Ese hecho la obligó a huir hacia Medellín, donde fue acosada, perseguida, intimidada y asesinada por defender sus causas propias y las de cientos de desplazados que habitan en la capital antioqueña.


Esta mujer, asesinada este martes dentro de un vehículo de servicio de público, huyó del corregimiento Churidó, de Apartadó, en el año 2000 y desde que llegó a la zona nororiental de la ciudad  se integró a diversos grupos comunitarios y organizaciones no gubernamentales desde donde trabajó arduamente por la defensa de las víctimas del conflicto armado y por sus derechos sociales y económicos. Hizo parte de movimientos como la Ruta Pacífica de las Mujeres y Latepaz (Líderes Adelante por un Tejido Humano de Paz).


A sus 51 años de edad, había sufrido los atropellos de la violencia paramilitar. Fue acosada por el Bloque Bananero de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) al mando de Ever Velosa García, alias ‘HH’, quien al parecer ordenó la muerte del primer esposo de Ana Fabricia, y obligada a salir del Urabá antioqueño.


Ya en Medellín, en condición de desplazada, se instaló con sus hijos en diversos barrios periféricos. Por su condición de liderazgo, que chocaba con las pretensiones de los grupos armados ilegales barriales, se vio obligada a cambiar frecuentemente de residencia. Su último refugio fue en el barrio La Cruz en la comuna 3, en la zona nororiental de la ciudad.


No obstante, allí tampoco estaba segura. El 7 de julio de 2010 fue asesinado su hijo Jonatan Arley Ospina, de 19 años de edad, en un confuso incidente en el que al parecer están involucrados algunos miembros de la Policía Nacional.


Su hija Diana Ospina Córdoba afirmó en varios medios regionales y nacionales que su madre siempre le decía: “a mí me van a matar, pero lo que yo quiero es justicia”.


Según la Corporación Jurídica Libertad, “la señora Córdoba fue clara en señalar a miembros de la Policía pertenecientes a la Estación de San Blas (Manrique) de apoyar la estructura paramilitar en la zona, además de cometer actos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes contra jóvenes del barrio, entre ellos a uno de sus hijos”. La denuncia la presentó hace varios meses durante el encuentro del Comité Metropolitano de DerechosHumanos, realizado en la Alcaldía de Medellín. Allí también denunció amenazas contra su vida.


Adriana Arboleda, abogada de la Corporación Jurídica LIbertad, señaló que “este hecho hizo que Ana Fabricia decidiera luchar de manera frontal para que los crímenes de sus hijos no quedaran en la impunidad. Pero fue a partir de este momento que empezó a recibir amenazas constantes que la  llevaron a buscar dónde dormir cada noche”.


De acuerdo con un conjunto de organizaciones sociales que se pronunciaron frente a este hecho, “Ana Fabricia denunció constantemente a la Policía de la ciudad por actos de intimidación en su contra. Denunció en varias ocasiones el allanamiento a su vivienda sin orden judicial a altas horas de la noche acusándola de proteger a grupos armados. En otras ocasiones, civiles también entraron a su casa a intimidarla. Por lo anterior se veía obligada a dormir en diferentes casas por fuera del barrio como medida para proteger su vida”.


A juicio de estas organizaciones sociales, “el asesinato de Ana Fabricia evidencia la constante persecución y agresión contra los y las líderes comunitarias que trabajan en las diferentes regiones del país. Pese a todas las denuncias es clara la negligencia de parte de las autoridades que no le garantizaron la vida.


De acuerdo con la hija de la víctima, ahora las amenazas recaen sobre ella y sus dos hermanos: “Anoche recibimos una llamada amenazante, (en la que nos dijeron) que todos íbamos a quedar igual”.


La sede regional Antioquia de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) también se pronunció al respecto y a través de un comunicado rechazó este homicidio y solicitó a las autoridades competentes “el esclarecimiento de este delito y que se lleve a juicio a los responsables de este lamentable hecho”.


Las autoridades nacionales también reaccionaron. Angelino Garzón, Vicepresidente de la República, solicitó investigar lo denunciado por la líder asesinada con el fin de “judicializar y sancionar a los autores intelectuales y materiales del crimen y para brindar protección inmediata a las demás personas que están reclamando su derecho legítimo a la restitución y titulación de sus tierras".


Sobre las condiciones de seguridad, el Ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras reveló que Ana Fabricia se había resistido a que agentes de la Policía Nacional le realizaran un estudio de seguridad. El rechazo quedó consignado en dos misivas fechadas el 11 de diciembre del año pasado y el 19 de mayo de este año.


“Yo lamento mucho que esto ocurriera. Es un episodio muy doloroso, pero también quiero enviar un mensaje porque las personas que están en situación de riesgo para merecer y recibir protección deben someterse a un estudio que adelanta la Policía Nacional”, indicó Vargas.


No obstante, fuentes cercanas a Ana Fabricia explicaron que ella sí rechazó el estudio de seguridad, “pero con el argumento de que cómo era posible que lo hiciera la institución que ella señalaba como implicada en la muerte de su hijo. Pero no le ofrecieron alternativas. Eso tiene que quedar claro. ”.


Con la muerte de Ana Fabricia Córdoba se renueva el debate sobre la protección a todos aquellos defensores de derechos humanos y activistas sociales frente a las actuales condiciones de inseguridad que afrontan en todo el país. Con la muerte de esta líder barrial, ya son 49 los hombres y las mujeres líderes de desplazados o reclamantes de tierras que han sido asesinados desde marzo de 2002 en Colombia.




Asesinan a dirigente indígena en Montelíbano, Córdoba 
 
http://www.colmundoradio.com.co/index.php?option=com_content&view=article&id=7998:asesinan-a-dirigente-indigena-en-montelibano-cordoba&catid=36:nacion&Itemid=63
La líder indígena colombiana Carmen Fuentes, de 48 años, fue asesinada hoy por unos pistoleros que irrumpieron en su casa. Ella conformaba el Cabildo Indígena El Porvenir-La Fe, órgano de gobierno de la comunidad de Emberá Katíos asentada en Montelíbano, en el departamento de Córdoba.

El presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), Luis Evelis Andrade, advirtió que con este caso son ya veinte los aborígenes que han sido asesinados en lo que va del año en Colombia.
Doce de ellos eran miembros de comunidades senúes de Antioquia, en donde el pasado fin de semana fue también tiroteado otro líder, Fernando Tequía, de un resguardo en la zona boscosa de la localidad de Urrao.
La Onic y las organizaciones regionales han atribuido los crímenes a las llamadas bandas criminales, grupos de origen paramilitar conformados por narcotraficantes."Estamos preocupados e indignados por lo que está sucediendo en el país con los pueblos indígenas", expresó Andrade, quien observó que la situación de inseguridad se ha agravado en coincidencia con los llamamientos de las cortes judiciales para que el Gobierno proteja a la minoría.Andrade dijo que los aborígenes son amenazados en todas las regiones del país, por "distintos grupos armados".
 Polo exige medidas contundentes ante asesinato de Antonio Mendoza, concejal de San Onofre

Condena y repudió por el asesinato de Antonio Mendoza Morales, concejal del Polo Democrático Alternativo y líder del proceso de restitución de tierras en el municipio de San Onofre, Sucre, expresó el Comité Ejecutivo Nacional de esta colectividad, a través de su secretario general, Germán Ávila Plazas.
Mendoza Morales era además integrante del Movimiento de Víctimas de Crímenes del Estado (MOVICE) y destacado dirigente del Polo en ese municipio sucreño.

Por ello, la dirigencia de esta colectividad de izquierda exigió del Gobierno Nacional y de las entidades de control medidas ejemplarizantes y efectivas para no dejar impune este crimen.

Este homicidio se suma al crimen de los líderes de víctimas del despojo en ese departamento, Rogelio Martínez, ocurrido el 18 de mayo de 2010, y el de Eder Verbel, el 11 de marzo del presente año.

El Comité Ejecutivo Nacional del Polo expresó su preocupación porque durante la actual administración del alcalde de ese municipio, Edgar Benito-Revollo, acusado por supuestos nexos con el paramilitarismo, han sido asesinados dos miembros del MOVICE, y otros cuatro están amenazados de muerte.

Los líderes de organizaciones de derechos humanos y de procesos de restitución de tierras han señalado al alcalde (hermano de la excongresista condenada por parapolítica, Muriel Benito-Revollo), de tener fuertes vínculos con grupos paramilitares que operan en la zona, autores de las amenazas contra los activistas.

El secretario general del Polo, Germán Ávila afirmó que este crimen es una nueva demostración de la persecución a líderes polistas vinculados al activismo de derechos humanos y de restitución de tierras en el departamento de Sucre.

Por su parte, el representante a la Cámara por el Polo Democrático, Iván Cepeda Castro informó que ha solicitado a las autoridades competentes y a los entes de control, concretamente a la procuraduría General de la Nación iniciar las investigaciones pertinentes sobre las serias las denuncias contra el alcalde Edgar Benito-Revollo, no sólo por los vínculos con grupos paramilitares, sino también por omisión en sus deberes, con respecto a la situación de amenazas a líderes sociales en el municipio. Al respecto, Cepeda Castro, quien asiste a las honras fúnebres del concejal asesinado Antonio Mendoza, solicitó al Procurador la suspensión tanto del Gobernador de Sucre como del alcalde de San Onofre por omisión.

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