Por DAVID UGARTE
Ahora el Comandante Chávez, en un extraordinario gesto de humanismo, alerta del peligro de un atentado al candidato de la oligarquía, los cuerpos de seguridad del Estado tienen la información.
El errático capriles, como siempre, responde destemplado, busca artificios verbales para sacar provecho de la denuncia. Irresponsablemente desestima el alerta y declara: “Un presidente no debería ‘ofrecerle’ protección a un venezolano: debería garantizársela a todos los venezolanos, que es algo muy distinto”.
El hecho merece reflexión, lo primero que salta a la vista es el peligro real que corre capriles. El candidato desechable no levantó en su candidatura, eso lo sabe la oligarquía, entonces, más le sirve como víctima para su plan desestabilizador que como candidato fallido. La oligarquía, cuando de defender sus intereses se trata, no tiene escrúpulos.
La Revolución, responsablemente, con alto grado de humanismo, aún contra las necedades del candidato que actúa como niñito malcriado, debe protegerlo. Si el plan de la ultraderecha avanza el país entrará en territorios de guerra civil.
Lo otro, e igualmente importante, es que el alerta de Chávez nos indica que la oligarquía está trabajando profundamente en una salida cruenta. El alerta de Chávez es para capriles y también para nosotros. Debemos tomarlo con mucha seriedad.
La denuncia de Chávez es muestra clara de que la oligarquía camina por trochas fascistas, sus disfraces democráticos ya no le sirven, no se detendrán en nada hasta aplastar el intento libertario de este pueblo y yugular a la Revolución.
Ahora es de suma urgencia la preparación de la Revolución para hacer frente a la ofensiva que ya asoma. Es necesario, por encima de todo, la unidad alrededor del Comandante. Ahora más que nunca tiene vigencia la consigna: “Con Chávez todo sin Chávez nada”. Es imprescindible elevar el nivel de Conciencia del Deber Social, el estudio, la formación de las masas, el fortalecimiento de la ideología y la movilización permanente.
En momentos como estos, cuando la verdadera cara de la oligarquía se presenta, es necesario recordar que el enfrentamiento entre la oligarquía y las fuerzas humanistas del mundo, se decide en la ideología. Siempre una derrota de la Revolución estará precedida por una derrota en la ideología.
Por último, es necesario demostrar a los oligarcas que si se lanzan por las trochas de la violencia encontrarán a un pueblo dispuesto a profundizar la Revolución. Que sepan que si se atreven se arrepentirán, no habrá estabilidad hasta que del capitalismo no quede piedra sobre piedra.
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