Los prisioneros en huelga de hambre contra los maltratos en la base estadounidense de Guantánamo -ubicada en un territorio de Cuba ocupado de forma arbitraria- presentaron una moción contra los militares del centro por negarles agua potable.
Abogados de los reclusos interpusieron la demanda ante una corte de Washington y explicaron que los guardias se rehúsan a darles agua limpia a sus clientes como forma de mantener el ambiente tenso en el penal, instalado en el sureste de Cuba contra la voluntad de las autoridades y pueblo del país caribeño.
Explican que la ingesta de ese líquido contaminado provocó problemas estomacales, urinarios y en los riñones de muchos huelguistas, cuya salud corre peligro por el ayuno iniciado hace casi ocho semanas.
Los letrados presentaron también una declaración jurada de Stephen Xenakis, psiquiatra y general retirado del Ejército de Estados Unidos, que sustenta todos los argumentos expuestos en el recurso legal.
La moción fue interpuestas justo cuando un médico y un especialista sanitario del Comité Internacional de la Cruz Roja supervisan la salud de quienes participan en la acción protesta.
El ayuno comenzó el pasado 6 de febrero con seis prisioneros del bloque Campo seis, pero con los días se radicalizó y sumó más reos que rechazan medidas como el confinamiento por tiempo indefinido, los registros a sus pertenencias y confiscación de copias del Corán, el libro sagrado de los musulmanes.
Según el portavoz de la base-prisión, Robert Durand, en la actualidad 31 detenidos participan en la huelga, 11 de ellos reciben alimentos a través de sondas nasogástricas y otros tres están hospitalizados por deshidratación severa.
Pero abogados de los presos aseguran que la cifra real supera los 100 huelguistas y excepto algunos reclusos de mayor edad, ninguno acepta los nutrientes que le ofrecen las autoridades de la cárcel y solo beben agua.
Por otro lado, la Casa Blanca dijo que el presidente Barcak Obama monitorea de cerca la protesta y culpó al Congreso por su incapacidad de cerrar la base-prisión.
Según el portavoz presidencial, Joshua Earnest, el dignatario demócrata “aun está comprometido con clausurar ese campo de detención, pero demorará en alcanzar ese propósito debido las leyes impuestas” por los legisladores.
Estas declaraciones son las primeras ofrecidas por el Gobierno sobre el tema luego que Obama asumió su segundo mandato.
El mandatario no cumplió la promesa de cerrar la instalación militar en su primera gestión.
La base naval que Estados Unidos fue convertida en una cárcel en 2001 para encerrar allí a toda persona considerada sospechosa de terrorismo.
Los 166 reos fueron capturados en el extranjero y llevan 11 años encarcelados sin enfrentar cargos concretos.
El centro es considerado un moderno campo de concentración donde a la población penintenciaria se le aplica diversas modalidades de tortura como el aislamiento en celdas con temperaturas extremas o mantenerlos amarrados en posición fetal por más de 24 horas sin alimentos.
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