“Ha sido un discurso verdaderamente vacío, limítrofe, aguado".
Roberto Malaver / Óptica Malaver
http://laiguana.tv/noticias/2012/06/12/361/FUNDACION-LOS-ANGUSTIADOS-.html
Cuando Ramos Allup tomó la palabra, esperó que la periodista Margot de la Sota, del diario El Oportuno, tomara asiento, y el fotógrafo, Frasso Monteverde, tomara la foto. Una vez que todo estuvo listo, el Dr. Ramos Allup comenzó diciendo: “Buenas noches a todos, por lo visto es lo único que tenemos bueno aquí, la noche, porque por lo demás estamos bien jodidos, con el perdón de las damas presentes. En nombre de la Fundación Los Angustiados, quiero decirles que después del discurso del lechuguino Henrique Capriles Radonski, la angustia ha crecido a millón entre todos los honorables –es un decir- miembros de esta Fundación”.
Tomó un poco de agua y vio de reojo a Ismael García que había sacado un pañuelo y se estaba limpiando las lágrimas. Ramos Allup siguió: “Ha sido un discurso verdaderamente vacío, limítrofe, aguado, tanto que estoy plenamente seguro que de estar vivo Rómulo Batancourt, ya hubiese renunciado al apoyo que nuestro glorioso partido le está dando a este muchacho que tenemos como candidato. Es una vaina insólita. Es desconcertante. Es para no creerlo. Gente, amigos, que caminaron más de 10 kilómetros para que este hombre les dijera estas cuatro cosas y unos cuantos silencios”.
Volvió a tomar agua y vio que Pompeyo Márquez y Teodoro Petkoff intercambiaban afiches de Capriles Radonski, más allá Antonio Ledezma estaba con la cara pegada a la mesa. Ramos Allup continuó: “Lo que más lamenta la Fundación Los Angustiados, no es lo que pueda pensar la gente que nos apoya aquí en Venezuela, lo que más lamentamos es lo que va a pensar la gente que nos está financiando desde Estados Unidos y Europa, en la Embajada de Estados Unidos ya me llamaron y me dijeron que no se nos ocurra enviarles copia del discurso, porque lo van a quemar. La pena que este hombre nos está haciendo pasar es verdaderamente vergonzosa. Cuando esta gente en el exterior vea y escuche a este hombre se va a caer de cubito dorsal, y lo puedo asegurar, que van a decir, y ¿con este hombre es con quien le vamos a ganar nosotros al tirano de Venezuela? Y lamento decirles que nosotros no vamos a saber cómo reparar ese daño. Nosotros, los Angustiados, tenemos que soportar esta vergüenza con toda la pena del mundo, porque además, no nos queda más remedio”.
El hombre se detuvo y sollozó. Sacó su pañuelo Hugo Boss y se limpió una lágrima y siguió: “No nos engañemos, ¿qué vamos a decir nosotros después del 7 de octubre? Yo no voy a salir otra vez, como lo hice en agosto del 2006, a decir que hubo fraude. Ni de vaina, amigos, se me cae la cara de vergüenza, por eso digo, no nos engañemos, tenemos que reconocer que hemos metido la pata con este candidato y ya no lo podemos remediar. Esta reunión era para decirles eso, que nosotros en la Fundación Los Angustiados, sabemos que vamos a perder, pero tenemos que decirlo, vamos a perder con orgullo, con mucho orgullo”.
Nadie aplaudió y Ramos Allup tomó asiento sollozando. La periodista Margot de la Sota tomó nota y salió con la noticia rumbo al diario El Oportuno.
Cuando Ramos Allup tomó la palabra, esperó que la periodista Margot de la Sota, del diario El Oportuno, tomara asiento, y el fotógrafo, Frasso Monteverde, tomara la foto. Una vez que todo estuvo listo, el Dr. Ramos Allup comenzó diciendo: “Buenas noches a todos, por lo visto es lo único que tenemos bueno aquí, la noche, porque por lo demás estamos bien jodidos, con el perdón de las damas presentes. En nombre de la Fundación Los Angustiados, quiero decirles que después del discurso del lechuguino Henrique Capriles Radonski, la angustia ha crecido a millón entre todos los honorables –es un decir- miembros de esta Fundación”.
Tomó un poco de agua y vio de reojo a Ismael García que había sacado un pañuelo y se estaba limpiando las lágrimas. Ramos Allup siguió: “Ha sido un discurso verdaderamente vacío, limítrofe, aguado, tanto que estoy plenamente seguro que de estar vivo Rómulo Batancourt, ya hubiese renunciado al apoyo que nuestro glorioso partido le está dando a este muchacho que tenemos como candidato. Es una vaina insólita. Es desconcertante. Es para no creerlo. Gente, amigos, que caminaron más de 10 kilómetros para que este hombre les dijera estas cuatro cosas y unos cuantos silencios”.
Volvió a tomar agua y vio que Pompeyo Márquez y Teodoro Petkoff intercambiaban afiches de Capriles Radonski, más allá Antonio Ledezma estaba con la cara pegada a la mesa. Ramos Allup continuó: “Lo que más lamenta la Fundación Los Angustiados, no es lo que pueda pensar la gente que nos apoya aquí en Venezuela, lo que más lamentamos es lo que va a pensar la gente que nos está financiando desde Estados Unidos y Europa, en la Embajada de Estados Unidos ya me llamaron y me dijeron que no se nos ocurra enviarles copia del discurso, porque lo van a quemar. La pena que este hombre nos está haciendo pasar es verdaderamente vergonzosa. Cuando esta gente en el exterior vea y escuche a este hombre se va a caer de cubito dorsal, y lo puedo asegurar, que van a decir, y ¿con este hombre es con quien le vamos a ganar nosotros al tirano de Venezuela? Y lamento decirles que nosotros no vamos a saber cómo reparar ese daño. Nosotros, los Angustiados, tenemos que soportar esta vergüenza con toda la pena del mundo, porque además, no nos queda más remedio”.
El hombre se detuvo y sollozó. Sacó su pañuelo Hugo Boss y se limpió una lágrima y siguió: “No nos engañemos, ¿qué vamos a decir nosotros después del 7 de octubre? Yo no voy a salir otra vez, como lo hice en agosto del 2006, a decir que hubo fraude. Ni de vaina, amigos, se me cae la cara de vergüenza, por eso digo, no nos engañemos, tenemos que reconocer que hemos metido la pata con este candidato y ya no lo podemos remediar. Esta reunión era para decirles eso, que nosotros en la Fundación Los Angustiados, sabemos que vamos a perder, pero tenemos que decirlo, vamos a perder con orgullo, con mucho orgullo”.
Nadie aplaudió y Ramos Allup tomó asiento sollozando. La periodista Margot de la Sota tomó nota y salió con la noticia rumbo al diario El Oportuno.
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