entrevista a Wilson Arias en radio mundial fm
SALUDOS DE REBELDÍA Y RESISTENCIA POPULAR
PARA TODOS LOS TRABAJADORES DEL MUNDO.
Por: Diego Escobar Cuellar
Dpto. Lucha Contra ETN’s y Solidaridad
Subdirectiva CUT – Valle del Cauca – Colombia.
Este primero de
mayo de 2012, tuvo un significado muy especial para la clase trabajadora en el
Valle del Cauca, ubicado en el sur occidente colombiano, pues a pesar del luto por
el recién asesinato del compañero Daniel Aguirre de Sinalcorteros, también fue
una jornada colmada de gritos de denuncia, de llamado a la unidad de la clase
popular, de rebeldía, de periodistas libres que no venden su conciencia al amo
del medio de comunicación y que expresan sus miradas en las paredes, puede ser
el preludio de grandes eventos unitarios de movilización, de preparación del paro
nacional en contra de todas las políticas neoliberales impuestas a raja tabla
por la rancia oligarquía nacional y sus aliados los inversionistas nacionales y
extranjeros.
A lo largo del
recorrido con un colorido de atuendos, pancartas, pasacalles y banderas, fuimos
un caudal de inconformes que nos negamos a ser esclavos del sistema capitalista
y que antes por el contrario estamos dispuestos a sensibilizar, organizar,
preparar mayores jornadas en el sur occidente colombiano.
Nos permitimos recordarles
a los que no salieron, a los que se apostaron a lado y lado de la marcha con
una actitud desprevenida, o de silencio indiferente, que en Colombia como al
igual que en la mayoría de los países del mundo en donde se aplica el modelo
neoliberal y su fase globalizante de mercados. “Que los derechos de los trabajadores desde hace ya 126 años de lucha
decida obrera en las calles, no han sido otorgados por la benevolencia de los
patrones o gobiernos, sino que por el contrario han sido arrebatados y
conquistados a través de la lucha, de la negociación colectiva, de la huelga, y
del paro cívico”.
Que tales
logros, se deben justamente, a luchas arduas y multitudinarias de alianza
obrero, popular y campesina, que durante años de sufrimiento, dolor,
persecución y muerte de quienes se han atrevido a mantener su frente altiva, su
voz de denuncia, su pensamiento libertario y sobre todo de convocatorias enmarcadas
por la unidad de la clase –del proletariado- que desde la lucha de clases, han
conservado su ideología y lucha a favor de la desigualdad, del marginamiento, la
exclusión, de los altos costos de la canasta familiar, el déficit de vivienda, en
contra de la privatización de las empresas rentables del Estado, de la
mercantilización de la educción y la salud, de los elevados costos de la
gasolina como detonante de la carrera alcista y arancelaria en el país, en
contra de los atropellos de los empresarios y gobierno frente a los
trabajadores privados y públicos, por la defensa de la soberanía nacional, por
una verdadera reforma agraria que dignifique al campo y al campesinado
colombiano, por la eliminación efectiva de la subcontratación laboral y por la
contratación laboral directa, por la nacionalización de los hidrocarburos, el
agua y las riquezas minerales, por la preservación del medio ambiente, el
respeto de las culturas ancestrales y milenarias.
El trabajo,
cualquiera que sea la forma, otorga al ser humano una condición digna de vida,
estimula la creación y fortifica el espíritu solidario del individuo, por ello
fue catalogado como un derecho fundamental por el constituyente de 1991; la
falta de estabilidad laboral producto de la tercerización, los pactos
colectivos y contratos sindicales, mala remuneración, la polifuncionalidad, la
persecución sindical, el desempleo, falta de seguridad social y en fin, las condiciones
infrahumanas de trabajo auspiciadas por empresarios y gobiernos, van en
detrimento de la Constitución Política de Colombia, y de la dignidad del
trabajador y su núcleo familiar.
Los Vallecaucanos
a través de la historia, nos hemos vistos obligados a trasegar por varias de
estas condiciones adversas; la historia obrera regional está signada por la
esclavitud en las jornadas de trabajo como se evidencia en el corte manual de
caña, los operarios del Puerto de Buenaventura, los mineros de Jamundí, Vijes,
el ejercito de desempleados que llega a más de 700.000 y que deambulan por
andes, calles y semáforos del departamento. En virtud de ello, cabe la
oportunidad para que cada organización sindical, reconstruya su historia, sus
luchas, las conquistas y su dirigencia.
El Estado,
llámese presidentes, ministros y congresistas, han burlado a los trabajadores
colombianos de manera sistemática y recurrente, pues desde 1.991, en la Carta
Política quedó plasmado en el artículo 53 el Estatuto del Trabajo, y justamente
por los compromisos y claudicaciones con los mal llamados inversionistas, no
han legislado frente a la estabilidad laboral de los trabajadores –contratación
directa, eliminación de la subcontratación, su efectiva, pronta y actualización
del salario, la aplicabilidad del mínimo vital y móvil, la jornada laboral, condiciones
en el sitio del trabajo, la protección a la mujer cabeza de hogar, a la
trabajadora embarazada, eliminación del trabajo infantil, el pago oportuno y
con el debido poder adquisitivo de las mesadas para los más de 7 millones de
jubilados y pensionados que tiene el país.
Por tanto, nos
corresponde a los trabajadores sindicalizados o no, jóvenes que serán las
futuras generaciones de dependientes, los jubilados y pensionados, construir
nuestras propias reivindicaciones en esta materia, por lo que se continua en la
propuesta de convocar a un “Referendo Popular Constitucional” para que previa
las discusiones propias del estatuto del trabajador, salgamos a recolectar más
de 4 millones de firmas y le demos una lección de democracia a aquellos que la
quebrantan a diario, pero que se jactan de ser los gobernantes y candidatos del
pueblo.
Nosotros quienes
estamos temporalmente al frente de la conducción obrera y del movimiento
sindical, recordamos con honor a los hombres y mujeres que dejaron marcada su
lucha en la memoria colectiva del pueblo trabajador – Camilo
Torres Restrepo, Jorge Ortega, Jorge Eliecer Oviedo, María Antonieta Mercury, Jaime
Pardo Leal, Fidel Castro, Dionisio Hernán Calderón, Henry Cuenca, Jesús Orlando
Crespo Cárdenas, Héctor Daniel Useche, Daniel Aguirre, entre muchos otros; quienes nos enseñaron con su ejemplo vivo, que los
derechos de los trabajadores son indelegables e irrenunciables y que quienes
osen quebrar éste legado, deberán ser tildados y expulsados como traidores de la
clase obrera y del movimiento sindical y popular.
De igual manera, nos permitimos elevar la siguiente proclama:
Saludar a
todos los trabajadores de todo el mundo que libran intensas luchas por que se
respeten sus derechos y dignidad, situación que los coloca en la mira de los
eternos enemigos de la clase trabajadora, quienes en su afán de amasar fortuna
violan los elementales derechos de los trabajadores en complicidad con
gobiernos corruptos y entreguistas.
Declaramos
nuestra vocación unitaria, solidaria y clasista con las diversas expresiones obreras
en el país, reafirmando nuestro compromiso de luchar en contra de las
violaciones a los derechos y dignidad de los trabajadores y expresamos nuestra
convicción de seguir contribuyendo en la construcción de una patria libre,
democrática, soberana y colmada de bienestar general, en paz, con justicia
social y por el hermanamiento de los pueblos del mundo.
Reiteramos
que en Colombia no hay respeto por los derechos laborales de los trabajadores,
se criminaliza y sataniza el derecho de Asociación Sindical, la Negociación
Colectiva, y la Huelga como expresiones de inconformismo y exigibilidad propias
de la clase obrera.
En materia
de Derechos Humanos, Colombia sigue ocupando los primeros lugares en el mundo
en desplazamiento interno, los falsos positivos, delitos de lesa humanidad
cometidos por agentes del estado, en fosas comunes, e impunidad judicial frente
a los responsables de tan repugnantes hechos.
Rechazamos
el paquetazo legislativo de Santos Calderón de implementar reformas para
golpear y reprimir más al pueblo Colombiano en materia Laboral, Fiscal, Prensión,
Salud y Seguridad Ciudadana.
Luego de
casi 100 días de gobierno de Juan Manuel Santos Calderón, el clima de desigualdad,
exclusión y marginalidad social y política en que vivimos los colombianos en
nada se diferencia con el anterior gobierno de Uribe Vélez, aunque los medios masivos
de comunicación afines, se empeñan en ocultar la realidad nacional que no es
otra que la infiltración en la política pública del Estado de las mafias del
narcotráfico, el paramilitarismo, y ahora los inversionistas extranjeros, el
fenómeno de la corrupción, el clientelismo, la demagogia gubernamental de
unidad nacional, lejos de buenas intenciones por satisfacer las más sentidas
necesidades del pueblo, lo que hace es profundizar la brecha que agencia el
conflicto social y armado en nuestro país.
Expresamos
nuestro hermanamiento y solidaridad con los pueblos de Cuba, Argentina,
Bolivia, Venezuela, Ecuador, Afganistán, Siria, Libia y Palestina, en su lucha
por el pleno ejercicio de la autodeterminación y soberanía de los pueblos, el
derecho a sostener relaciones bilaterales con otros pueblos, y por la
nacionalización de sus riquezas naturales.
Igualmente
nuestro abrazo solidario y de clase, a los miles indignados de Europa y EEUU
que luchan por cambios profundos en las políticas sociales de sus países.
Felicitamos por su asistencia y compromiso social y
político con esta gran gesta obrera popular a nuestras organizaciones
sindicales filiales: Anebre, Sintraincapla,
Sintraicollantas, Sintramunicipio Cali, Jamundí y Yumbo, Sugov, Sintracolpa,
Sintranore, Pequeños Comerciantes, Sutev, Asonal Judicial, Sintraemcali,
Sintraunicol, Sinalserpub, Sinservim, Ascontrol, Sintrahospiclinicas,
Sintradian, Uneb, Sintracarcol, Sutimac, Sintraelecol, Sinaltrainal,
Sinalcorteros, Unimotor, Sindicons, Sindesena, Sintraquim, Anthoc,
Sindimedilegal, Sinties, Sintraime, Sintracihobi, Ases, Sintraiss,
Sintramienergetica, Sintramasivo, Sintradit, Sintrafe, Sintrabancol, Asdecol,
Aseconcali, Sintrahoincol. A las organizaciones hermanas filiales de las
centrales CGT, CTC, a la CPC, colectivos estudiantiles de secundaria y
universitarios, los espacios de convergencia: Comando Departamental Unitario de
Paro, Movice, Pastoral del Trabajo, Minga Valle, Gran Marcha Patriótica,
Usuarios de SSPP, Galería de la Memoria Tiberio Fernández, FCSPP, sectores
populares, indígenas, CPDH, los grupos culturales y comparsas, entre muchos otros.
Santiago de Cali, Mayo 2 de 2.012.
QUE VIVA
LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES
POR EL
ESTATUTO DEL TRABAJADOR
POR EL
SINDICALISMO DE INDUSTRIA
QUE VIVA
EL 1º DE MAYO
UNITARIO
Y REVOLUCIONARIO
DECLARACION CONJUNTA 1° DE MAYO DE 2012
Saludamos en nombre de las Centrales Obreras y el Comando Departamental Unitario de Paro, a todas y todos los presentes, a las Organizaciones y Movimientos Sociales de la región, del país y del mundo entero, que han salido hoy masivamente a las calles de las principales ciudades, para conmemorar el 1° Mayo y exigir mejores condiciones laborales y salariales para la clase trabajadora.
Saludamos de manera especial al movimiento estudiantil MANE, la Minga de Resistencia Social y Comunitaria, la Cumbre de los Pueblos y la Marcha Patriótica, procesos que con su trabajo contribuyen a la unidad y fortalecimiento de la movilización y la protesta social como parte de las acciones para confrontar el modelo neoliberal en Colombia.
En un día como este recordamos el sacrificio valeroso de los “Mártires de Chicago” ajusticiados en 1.886 por su participación en la “Revuelta de la Plaza de Haymarket” en la brega por bajar las extenuantes jornadas laborales de hasta 16 horas diarias, y lograr lo que se denominó los tres ochos (8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas para estudio), desde entonces se conmemora esta fecha en la mayoría de países, porque estos acontecimientos siguen teniendo gran significado para la clase trabajadora y los pueblos del mundo en sus luchas actuales.
Cada vez son más los países donde sus pueblos se levantan, para expresar la inconformidad que existe con el Sistema Capitalista Mundial, en un hecho sin precedentes que mantiene en vilo a las grandes potencias, una prueba del malestar general es lo ocurrido en países como Libia, Siria, Portugal, Egipto y España entre otros, donde la clase trabajadora y diversos sectores sociales vienen levantándose mediante diferentes formas de rechazo a la opresión y a la intervención imperialista, exigiendo respeto por la soberanía y el derecho a su autodeterminación.
El Capitalismo implementa políticas que favorecen de manera exclusiva, a un pequeño grupo de multinacionales que en la actualidad concentran casi toda la riqueza del planeta, situación mucho más acentuada durante la fase imperialista, que con su vigencia aceleró la explotación indiscriminada a los recursos del planeta e implemento como una política, la violación a los derechos de las comunidades y de la clase trabajadora en todo sentido, dejando a su paso desplazamiento, muerte, hambre y destrucción.
El gobierno colombiano por su parte manipula las verdaderas cifras sobre la realidad social y laboral del país, ocultando los altos índices de desempleo, informalidad y tercerización laboral, llevando a una condición de esclavitud moderna a la clase trabajadora. En el caso de los trabajadores informales, los elevó a la categoría de empleados, incluyéndolos como parte de la población económicamente activa, que goza de protección social, con un salario fijo y las demás garantías laborales de Ley, lo cual no es cierto. Pero mientras los salarios se bajan y la calidad del empleo se deteriora, el gobierno impone nuevos impuestos, alzas en los precios de la gasolina, el transporte, los alimentos y el costo de vida en general, llevando al pueblo colombiano a mayores niveles de miseria y de pobreza.
Pero la actual situación en el caso del Valle puede agudizarse aun más como consecuencia de la disputa por el poder, entre la clase política tradicional y un sector del narcotráfico enquistado en el gobierno, disputa que ha conllevado a una crisis en el control de las instituciones públicas, como también a mayores índices de corrupción y clientelismo. Realidad que sumada a la revaluación del peso respecto al dólar por la alta inversión extranjera, puede desestabilizar en cualquier momento la economía regional y nacional, dejando al país en una evidente banca rota, solo con el retiro masivo de dichos capitales.
Nuestra lucha busca erradicar estas nefastas políticas capitalistas y globalizadoras que solo han generando más dependencia y mayores niveles de sometimiento, alcanzando cifras de pobreza y desempleo sin precedentes, donde se degradan las condiciones laborales mediante la tercerización laboral, contratos de prestación de servicios y otras formas de sub contratación, además se cierran empresas para acabar con los sindicatos y sus conquistas laborales obtenidas durante décadas, forzando a los despedidos a recurrir al rebusque en las calles, engrosando las filas de la informalidad, tal es el caso en el Valle del Cauca con empresas como EMSIRVA, SIDELPA, SACOS DE COLOMBIA, KRAFT FOODS y LADRILLERA LA CANDELARIA, que entre otras, fueron cerradas por la intransigencia patronal y las políticas neoliberales de empresarios y gobierno.
Parte de la estrategia de saqueo se ha dado también, mediante la instalación en territorio nacional de bases militares norteamericanas, vulnerando la soberanía y convirtiendo a nuestro territorio en parte táctica de su guerra, orientada a garantizar el control del hemisferio sur del continente, y lograr sin contratiempos la depredación de los recursos naturales, con el amparo del servil gobierno de Santos y su política de las cinco locomotoras.
E.E.U.U. en su afán de superar la actual crisis de superproducción que vive, ha pretendido imponer a toda costa, sus políticas de Libre Comercio, forzando a suscribir tratados en desigualdad de condiciones, creando falsas expectativas a los pequeños empresarios, trabajadores y consumidores colombianos, pero que en realidad busca reventar la economía interna, degradar aun más las condiciones laborales y aumentar nuestra dependencia Agrícola, Industrial y Comercial. En ese sentido desde organismos internacionales como el FMI y el B.M. influenciados por estados Unidos, se direccionan reformas laborales, pensiónales, tributarias, a la educación y justicia entre otras, para aplicar en los países emergentes o mal llamados en vía de desarrollo, entre los que se encuentra Colombia donde actualmente enfrentamos la arremetida de un paquetazo legislativo, inclusive más nefasto que los implementados durante el gobierno de Uribe. Pero la lucha de la clase trabajadora contra estas lesivas reformas, se fortalece cada día y se extiende por muchos países del mundo en un claro despertar de los pueblos para la erradicación definitiva del modelo neoliberal.
Por su parte los movimientos sociales en América no se detienen, tal es el caso de los indignados, los sin tierras, los destechados, las luchas estudiantiles en Chile y Colombia con la MANE y sus avances históricos, además de los brotes de resistencia social en varias naciones del mundo, que van presagiando mejores tiempos para los trabajadores y la humanidad, pero también van evidenciando cada vez más la terrible crisis que vive el capitalismo y las desesperadas salidas que pretenden implementar para no colapsar.
En ese sentido tenemos el reto de luchar contra los efectos de los TLCs ya impuestos y los que se están cocinando con la Unión Europea, Corea del Sur, Turquía e Israel entre otros, acuerdos con los que se busca aumentar nuestra dependencia económica, industrial y comercial, pero sobre todo desestimular la producción interna propiciando el cierre de más empresas y la pérdida de más empleos.
Debemos enfrentar y derrotar las regresivas reformas propuestas por el gobierno al Sistema de Justicia y a la Educación Superior, como también desde ahora salirle al paso a las anunciadas reformas tributaria y pensional, la primera que busca encarecer más el costo de vida de los colombianos y la segunda pretende eliminar el sagrado derecho a la pensión de vejez, desmontar el régimen de prima media, aumentar la edad de pensión y número de semanas de cotización, e incluir el termino de indemnización en vez de pensión, para reconocer a los próximos pensionados, mesadas por debajo del salario mínimo legal. Igualmente rechazamos la decisión del gobierno de liquidar el Seguro Social Pensiones, para entregarle estos recursos al
sector financiero convirtiendo a COLPENSIONES en una entidad lucrativa para sus dueños pero nefasta para sus afiliados.
Rechazamos la negativa del gobierno a reconocerle el justo incremento salarial al magisterio colombiano y respaldamos el paro nacional de 24 horas en el mes de mayo. Exigimos al gobierno nacional la implementación y reglamentación del ESTATUTO DEL TRABAJO, aprobado en la Constitución de 1991. Ratificamos nuestro compromiso de lucha por la defensa del Agua, de la Salud y la Educación pública estatal, como derechos fundamentales que deben garantizarse a todos los colombianos. Exigimos justicia y reparación para las víctimas de la violencia en Colombia, una verdadera restitución de las tierras arrebatas a los campesinos, que se ponga fin a la tercerización y sub contratación laboral, que se reconozca el derecho a la negociación colectiva para los empleados públicos, y se respete el derecho a la huelga, que se efectúe una verdadera reparación colectiva al movimiento sindical por el magnicidio en su contra.
Exigimos el cese de despidos a empleados provisionales y el cumplimiento a los Convenios suscritos por el gobierno colombiano ante la Organización Internacional del Trabajo O.I.T. en especial el 87 y 98, que hacen referencia a los Derechos de Asociación Sindical y de Negociación Colectiva, vulnerados de manera permanente tanto por el gobierno como por los empresarios, alcanzando la escandalosa cifra de casi 40 dirigentes sindicales despedidos en el Valle, desconociéndose la garantía del fuero sindical. En ese sentido rechazamos la candidatura de Angelino Garzón a la OIT por ser el representante del gobierno y de los empresarios, más no de los trabajadores.
Rechazamos la política del gobierno de fomentar la informalidad, y promover la tercerización en todos los sectores de la economía, especialmente el caso de los estatales, corteros de caña, trabajadores de la construcción, salud y portuarios donde existen los mayores índices de sobre explotación laboral. Rechazamos la política de privatización contra las entidades estatales, como ocurre en el Valle con los casos de ACUAVALLE, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE y EMPRESAS MUNICIPALES DE CALI, esta última amenazada por una posible escisión en los componente de energía y telecomunicaciones, desconociéndose su viabilidad y rentabilidad como empresa industrial y comercial del estado.
Rechazamos la nefasta Ley de Seguridad Ciudadana, que atenta contra el derecho a la movilización y la protesta social, denunciamos los altos índices de impunidad frente a los crímenes a sindicalistas y exigimos una verdadera erradicación del paramilitarismo en Colombia, actualmente reencauchados mediante la figura de BACRIMs cuyo accionar sigue cobrando víctimas siendo ya 7 los sindicalistas asesinados en Colombia en lo corrido del 2012, 4 de ellos en el Valle del Cauca convirtiéndonos en la región más peligrosa del mundo para el ejercicio de la actividad sindical.
Hacemos un llamado a la unidad de acción de los diferentes sectores sociales, para que juntemos nuestras luchas hacia un gran PARO CIVICO NACIONAL, donde la clase explotada alcance la fuerza para lograr las reivindicaciones más sentidas de las masas trabajadoras, derrotemos las fracasadas políticas neoliberales y logremos un país en Paz con Justicia Social, Soberano y Autónomo. Exigimos una salida política y negociada al conflicto interno y el respeto a los Derechos Humanos y las Libertades Democráticas. Exigimos castigo para los responsables de las víctimas del movimiento sindical y los movimientos sociales, de los cuales más del 90% siguen en la impunidad.
VIVA LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA
Seguir luchando
Con luto e indignación se conmemora Día de los Trabajadores en Cali, Colombia
Descargar: MP3 (4.2 MB)
En lo que corre del año 2012 en Colombia han sido asesinados siete líderes de organizaciones sindicales y de trabajadores, cuatro de ellos en el Valle del Cauca. El caso más reciente ocurrido el pasado fin de semana fue el de Daniel Aguirre secretario general de Sinalcorteros, organización que agremia a trabajadores del corte de caña del Valle Geográfico del Río Cauca.
Daniel había sido amenazado y hostigado, así como varios de sus compañeros integrantes del Movimiento 14 de Junio también de Corteros de Caña.
Este repudiable crimen se suma a otras amenazas y persecuciones contra los líderes sindicales y sociales, así como a las arremetidas legislativas y administrativas del gobierno colombiano contra el bienestar de los trabajadores y trabajadoras de Colombia principalmente en el marco del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y los Estados Unidos.
“Es una absoluta desgracia que por ejemplo en estos momentos que se habla de redención del país con el TLC, nos anuncian la salida de 70.000 trabajadoras, madres comunitarias”, protesta Wilson Arias Castillo Líder Político y Congresista del Polo Democrático Alternativo, quien analizó en entrevista con Radio Mundo Real en el marco del 1º de mayo la situación actual de la clase trabajadora de Colombia. Arias destaca la arremetida contra las condiciones de trabajo y también y en paralelo la amenaza contra el derecho a la vida de los trabajadores sindicalizados.
Vastos sectores de trabajadores, estudiantes, padres de familia, amas de casa, desempleados, campesinos e indígenas salieron a las calles de las principales ciudades de Colombia, reclamando garantías laborales y sociales, y rechazando las políticas entreguistas y privatizadoras del gobierno de Juan Manuel Santos.
Asimismo, dialogamos con Jorge Eliécer Aguirre, dirigente de Sinalcorteros, quien valoró el duro golpe que significó el asesinato de Aguirre en el marco del enfrentamiento de los trabajadores con los empresarios propietarios de los ingenios sucro-alcoholeros.
Fotos: Don Palabras
(2012) Radio Mundo Real
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