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http://www.rnw.nl/espanol/article/colombia-periodista-jineth-bedoya-ante-la-cidh.
"Hoy se presenta ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos
el caso de la reconocida periodista colombina, Jineth Bedoya. Como más
de 400.000 colombianas, Jineth fue víctima de los crímenes sexuales
perpetrados en el conflicto armado de ese país".
Eran cerca de las 10 de la mañana del 25 de mayo del 2000 cuando la actual subdirectora de la sección judicial del periódico El Tiempo, Jineth Bedoya Lima, llegó a la cárcel Modelo de Bogotá para realizar una entrevista con un paramilitar, quien la había contactado previamente. Jineth nunca llegó a la cita, que resultó ser una trampa pues, a plena luz del día, frente a la puerta principal del penal y ante una patrulla policial y muchas personas presentes en el lugar, la periodista fue secuestrada. La comunicadora fue privada de la libertad durante 16 horas, torturada física y psicológicamente, y violentada sexualmente por sus captores. Finalmente, fue abandonada en cercanías a la localidad de Villavicencio al oriente de Colombia.
Durante 11 años, Jineth Bedoya ha buscado y esperado justicia y aunque su caso fue puesto en conocimiento de la Fiscalía y de que la CIDH pidió especial protección e investigación, los avances judiciales han sido mínimos. Cansada de esperar, Jineth Bedoya junto con la Fundación para la Libertad de Prensa –FLIP y Oxfam a través de su Campaña “Violaciones y Otras Violencias: Saquen Mi Cuerpo de la Guerra”, presenta hoy ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una denuncia contra el Estado Colombiano por su caso.
"Falta la voluntad para la paz en Colombia"
Una historia contada en primera persona
Jineth Bedoya lleva más de 15 años cubriendo el conflicto colombiano desde todos los frentes como dice ella. A través de su deambular por la geografía de su país en busca de las historias y los rostros protagonistas de los más de 50 años de conflicto en Colombia, se ha topado de frente con la escalofriante e invisible realidad de los crímenes sexuales relacionados con el conflicto armado. Jineth nunca imagino que tendría que vivirlo en carne propia y quizás por ello prefirió guardar silencio durante más de 9 años: “Después de la agresión, por decisión de vida, yo decidí seguir siendo periodista y no víctima y mi refugio fue el periodismo. Entendí que si quería hablar del drama de otras personas, tenía que olvidarme del mío porque de lo contrario no iba a ser capaz de seguir adelante”.
Una historia contada en primera persona
Jineth Bedoya lleva más de 15 años cubriendo el conflicto colombiano desde todos los frentes como dice ella. A través de su deambular por la geografía de su país en busca de las historias y los rostros protagonistas de los más de 50 años de conflicto en Colombia, se ha topado de frente con la escalofriante e invisible realidad de los crímenes sexuales relacionados con el conflicto armado. Jineth nunca imagino que tendría que vivirlo en carne propia y quizás por ello prefirió guardar silencio durante más de 9 años: “Después de la agresión, por decisión de vida, yo decidí seguir siendo periodista y no víctima y mi refugio fue el periodismo. Entendí que si quería hablar del drama de otras personas, tenía que olvidarme del mío porque de lo contrario no iba a ser capaz de seguir adelante”.
Sin embargo, entendió que su testimonio, escuchado por ser ella una
periodista reconocida y por trabajar en el periódico más importante de
Colombia le entregaba la responsabilidad de hablar por aquellas mujeres
indígenas, campesinas, madres cabeza de familia, que no lo podían hacer.
La comunicadora se ha convertido en el rostro de una campaña que
pretende denunciar que en Colombia entre el 2002 y el 2009 más de 94 mil
mujeres fueron violadas por los agentes armados. Unas estadísticas que
arroja también la escalofriante cifra de cerca de 24 mil niños nacidos
de estas agresiones según datos de Oxfam Internacional. En un periodo de
tiempo más largo y que comprende la arremetida paramilitar en Colombia
en la década de los 90, se estima que cerca de 400 mil mujeres fueron
víctimas de algún tipo de delito sexual en medio de incursiones
militares y de masacres.
Víctimas invisibles
A pesar de las dimensiones de los delitos sexuales en medio del conflicto armado, la situación de las cientos de miles víctimas ha sido prácticamente invisible. Una realidad que reconoce la misma Fiscal General de Justicia y Paz, Elba Beatriz Silva, quien está al mando del equipo de profesionales encargados de investigar los crímenes de lesa humanidad y de guerra que se cometieron entre los años 2000 y el 2006 en el marco de la aplicación de la ley que permitió la desmovilización de miles de paramilitares en Colombia.
A pesar de las dimensiones de los delitos sexuales en medio del conflicto armado, la situación de las cientos de miles víctimas ha sido prácticamente invisible. Una realidad que reconoce la misma Fiscal General de Justicia y Paz, Elba Beatriz Silva, quien está al mando del equipo de profesionales encargados de investigar los crímenes de lesa humanidad y de guerra que se cometieron entre los años 2000 y el 2006 en el marco de la aplicación de la ley que permitió la desmovilización de miles de paramilitares en Colombia.
La Fiscal Silva admite que se debieron cometer muchos abusos contra
las mujeres en medio del conflicto pero asegura que, según las
investigaciones, no solo individuales sino también de tipo colectivo
realizadas hasta el momento, se puede establecer que no existió por
parte de la comandancia paramilitar una política expresa de abusos
sexuales como arma de guerra. Una teoría que rebaten las organizaciones
de mujeres y la misma Jineth Bedoya quien en sus 15 años de ejercicio
profesional escuchó, vio y constató infinidad de historias que parecen
caer en el olvido.
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